martes, 30 de noviembre de 2010

Lamartine-El picapedrero de Saint Point (5).

El valle de Saint Point no es más que una ancha grieta que las aguas de algún diluvio, o la depresión del suelo, o las desgarraduras de alguna sacudida del globo, han hecho entre dos montañas que antes debían tocarse. Con el trabajo de los siglos, las laderas opuestas de aquellas dos montañas que corren de Sur a Norte se han cubierto de arena lelvada allí por no sé qué oceános agotados, de tierras raras y poco profundas, constantemente  reproducidas por la vegetación de las hierbas y por la caída anual de las hojas, arrastradas siempre por su peso, por las nieves o por las lluvias de invierno, hasta el fondo del barranco.

A la sazón, bosques y prados de hierba fina, como el verde vellón de la tierra, recubren las osamentas de aquellas dos montañas paralelas. Pero en los ángulos entrantes y salientes de aquellos montículos o cabos, cuyos salientes de un lado parecen corresponder geométricamente al vació del otro lado, se cree reconocer en una ladera del valle lo que falta en la otra. Aquellas dos montañas, pareceidas  a dos largos muros de fortaleza, precedidos, sostenidos y flanqueados solamente por sus bastiones, no dejan paso de oriente a poniente, aningún valle transversal. Por la parte del Mediodía, está completamente cerrado por una meseta muy elevada que sólo deja ver los conos y las cúpulas sombrías de las crestas lejanas del Forez.

Se comienza a caminar al borde de prados angostos, por los que el río se desliza bajo una bóveda de alisis y avellanos. Se respira la frescura húmeda de los barrancos profundos. Sólo se encuentra a la izquierda derrumbamientos arenosos de granito rosa pulverizado por el tiempo y a la derecha ramajes de árboles acuáticos, en los que enredan sus alas los mirlos que se levantan al ruido del paso del caballo, siguiendo las sinuosidades cada vez más intrincadas del sendero que parece no saber a dónde os lleva. Como serpiente que busca, arrastrándose entre las hierbas, su camino hacia el sol, se pleiga a todas las sinuosidades y a todas las ondulaciones del terreno.

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