jueves, 12 de mayo de 2011

Carlos Spíndola-Discurso celebratorio del 18 aniversario de la Universidad "José Vasconcelos".

Toda universidad posee símbolos. Símbolos que le sirven de Norte para saber a dónde se debe dirigir, a pesar de las contingencias y particularidades de los tiempos. Esos símbolos pueden ser múltiples: algún color, escudo, bandera, edificio, uniforme, etc. En el caso de la Universidad José Vasconcelos tenemos un lema como símbolo, el cual siempre nos debe guiar: Ad Omnia Parati (Preparados para todo).

El lema de nuestra universidad proviene de una carta del gran orador, político y abogado romano Cicerón a Claudio Marcelo (un militar y político a quién Cicerón logró el perdón de Roma para volver de su destierro). De hecho, la frase completa es: a tuis reliquis non adhibemur ad omnia parati sumus (No somos consultados por los tuyos, pero estamos preparados para todo). Este lema nos tiene que servir de identidad siempre.

Ad omnia Parati implica que no dejemos un día sin estudiar, sin aprender. Nulla dies sine lineae (Ningún día sin una línea) decían los romanos. Ad Omnia Parati implica que no nos quejemos por el hecho de sacrificarnos para el estudio. Ad Omnia Parati implica transmitir los conocimientos de manera grata, seria y jocunda al mismo tiempo. Ad Omnia Parati es la frase adecuada para espíritus seguidores de Erasmo de Rotterdam o nuestro José Vasconcelos, quienes son arquetipos del deseo de conocimiento y sabiduría, pero de un conocimiento y sabiduría que se tienen que compartir. Que tiene que ser para todos y entregarse de manera noble.
Tenemos un símbolo, entonces, que nos impone obligaciones, pero que implica lo asimilemos y cumplamos con alegría. Y qué mejor que combinarlo con otro símbolo, éste el de todas las universidades del mundo: el himno gaudeamos igitur (seamos alegres). A propósito de esta celebración, estuve pensando en esta pieza del siglo XVIII pensando en las identidades universitarias. La universidad ha estado siempre relacionada con la juventud. Juventud corpórea sí, pero, sobre todo, juventud de espíritu. Lozanía eterna. Esto es otro punto de encuentro entre todos en el mundo universitario:

Vivat Academia, Vivat profesores, vivam membrum quodlibet, viva membra quaelibet, sempre sint in flore.
Viva la universidad, vivan los profesores, vivan todos y cada uno de sus miembros, resplandezcan como las flores.

No es casualidad entonces que, en el siglo XIX, el compositor alemán Johannes Brahms haya incluido en su Obertura para un Festival Académico este canto universitario. Los vítores y aplausos de los alumnos de la universidad de Breslau, institución a quien está dedicada la obra, fueron el premio y reconocimiento a un hombre que, a pesar de su enorme talento y saber, les hablaba con toda sencillez a través de los sonidos. Démonos la oportunidad de escuchar esta partitura y pensemos: Todos, en todo el mundo, directivos, profesores, alumnos, personal administrativo y de servicios generales hacemos posible esta felicidad cotidiana. La dureza de la vida está presente de manera recurrente, pero es este espíritu joven, que con la universidad se refuerza, por el cual tenemos más elementos para superar todo obstáculo.

Ad Omnia Parati Sumus.
Larga vida a la Universidad “José Vasconcelos” y feliz aniversario.

Oaxaca, Oaxaca.
Mayo 10, 20011