De una colina en la extendida falda,
alza sus torres dentro de un pensil,
donde ocultan las flores de esmeralda
frutas y esencias de un eterno abril.
...Grata frescura de Atoyac recibe,
viendo las aguas a su pie correr,
como la corza que tranquila vive
en la ribera que la vio nacer.
Como en oriente, brindan sus estrellas
la limpia luz de excepcional fulgor;
como en Oriente, sus mujeres bellas
tienen sonrisas de infantil candor.
¡Bella es Oajaca! En su esplendente cielo
el sol es fuente de vital calor,
y de la noche, disipando el velo,
la luna embriaga en èxtasis de amor.
¡Bella es Oajaca! Cèfiros y aromas
y tibias noches el Creador le dio;
prados y montes alfombrò con pomas,
y aùrea riqueza en su interior guardò.
No hay comentarios:
Publicar un comentario