lunes, 15 de noviembre de 2010

Elías Calixto Pompa-¡Trabaja!

Trabaja, joven, sin cesar trabaja;
la frente honrada que en sudor se moja,
jamás ante otra frente se sonroja
ni se rinde servil a quien le ultraja.

Tarde la nieve de los años cuaja
sobre quien lejos la indolencia arroja;
su cuerpo, al roble, por fuerte, enoja;
su alma, del mundo al lodazal no baja.

El pan que da el trabajo es más sabroso
que la escondida miel que con empeño
liba la abeja en el rosal frondoso.

Si comes ese pan, serás tu dueño;
mas sin del ocio ruedas al abismo,
todos lo serán, menos tú mismo.

2 comentarios:

  1. Lo estaba buscando. Mi abuela lo declamaba con frecuencia para incentivarnos durante las labores de hogar

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  2. Tengo dudas con relación a esta estrofa: Si comes ese pan, serás tu dueño; mas sin del ocio ruedas al abismo, todos lo serán, menos tú.

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